HOMENAJE AL PRODUCTOR DE RADIO Y POETA JUVENAL SARMIENTO

Nació en Caracas. Profesional de la radio y T.V. produce y anima su programa “Brindis a Venezuela” que se transmitió por Radio difusora Venezuela, siendo uno de los espacios de mayor sintonía de los años sesenta. Poeta, novelista, ensayista. Su novela titulada “EL CASO 203” (1961), merece la atención de críticos y es así que la poeta venezolana Trina Márquez Márquez escribe:

Poeta, proseguid, que la victoria
no es del cobarde que la sien doblega;
el que no lucha con fervor no llega
a la espinada cumbre de la gloria.

Su pasión por la poesía y por la difusión de nuestra música venezolana se hace presente en ese espacio que produce y donde el público puede conocer en vivo y directo a los intérpretes de aquel entonces, ya que la emisora contaba con un espacioso estudio donde se daban cita los fans. Una larga lista de cantantes entre los cuales se encuentran Alfredo Sadel, Rafael Montaño, Mario Suárez, Héctor Cabrera, Magdalena Sánchez, Estelita del Llano, Adilia Castillo, y  los declamadores Balbino Blanco Sánchez, Ramón Sanabria, Rebeca González, Víctor Morillo, entre otros, que logran la fama en dicho espacio radial.

En cuanto a la obra poética de JUVENAL SARMIENTO se encuentra publicada en diarios y revistas de nuestro país. Su temática aborda el tema amoroso y los sueños, construida en verso libre, se abre paso entre las tinieblas para dejarnos con la luz de su palabra, en fin con su extraordinaria sensibilidad creadora. Vaya esta breve crónica en homenaje al entrañable amigo JUVENAL SARMIENTO y a su labor por la difusión de los valores del pentagrama musical en nuestro país.

EVOCACION

(Inédito)

Te vi ayer
cuando la tarde moría:
imponente, hermosa, linda como una rosa
del pálido otoño.

Al verte pensé, cómo pasan los años
y veinte son los que se fueron,
robé al recuerdo horas felices
que tuvimos en las manos tú y yo.

Te vi ayer
como hace años cuando joven
y flotabas airosa
bonita… presuntuosa pero…
con el otoño en tus labios sinuosos.

Mira que fui tonto entonces
al no descubrir
que venías en mí en flor
y que pude en ti
sembrar mis sueños de poeta.

Como pasa el tiempo…
como va cayendo sobre nosotros
la escarcha de la gris estación
y como se agita ahora
hasta la última gota de pasión.

Ayer te vi y hablamos,
hablamos de muchas cosas
menos del recuerdo…

Frente a ti pensé… ya está casada
y casado yo también…
y los años seguirán pasando
desde ayer, cuando te vi…

Juvenal Sarmiento.